El Gobierno y Unidas Podemos preparan otra encomienda para las empresas, en forma de trágala: la subida a 1.000 euros al mes del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), para el próximo año, y a 1.200 euros, o una cuantía aproximada, en 2023, al final de la legislatura. Todo ello, si finalmente se forma un nuevo Gobierno. Así se desprende de las declaraciones que, al respecto, hizo ayer en Bruselas el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez.
Este año, esta renta subió un 22,3%, desde los 736 a los 900 euros mensuales El presidente recalcó que, tanto el PSOE, como Unidas Podemos, “tienen la vocación” de elevar el SMI al final de la legislatura al 60% del salario medio español, como recogen los programas electorales de ambos partidos, la Carta Social Europea, y reivindican los sindicatos CCOO y UGT. El salario medio bruto actual y anual en España es de 23.646 euros. El 60% de esta cuantía son 14.187 euros, que divididos por doce pagas son 1.182 euros.
Esto se debe a que no todas las empresas y sectores tienen catorce pagas. El segundo matiz es que para conocer con exactitud cuál será esta renta en 2023 habrá que esperar a saber cuál será el salario medio en 2023 y la evolución económica.
Diálogo social
“Vamos a hacerlo de esa manera [la subida del SMI]”, dijo Sánchez, aunque luego matizó que el Gobierno consultará con la patronal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT. “Vamos a esperar a lo que nos digan los agentes sociales a este respecto, porque me gustaría que la subida del Salario Mínimo Interprofesional fuese fruto del diálogo social”. Sánchez trata así de guardar las formas, sobre todo con los empresarios, ante lo que ya parece una decisión tomada. Es más, fueron los sindicatos los que empezaron a reivindicar, ya con el último Gobierno del PP, que el Salario Mínimo debía suponer el 60% del salario medio español.
Hay que recordar que ya este año el Ejecutivo se ha saltado el acuerdo salarial que alcanzaron la patronal y los sindicatos. Un error que la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, ha reconocido en varias ocasiones.
Sin embargo, lo cierto es que, según insinuó ayer Sánchez, en una eventual mesa de negociación, habría cuatro miembros que ya han tomado una decisión y sólo uno –la CEOE– que sólo podría resistirse a ella. Esto se debe a que los empresarios empiezan a temer que la decisión del Gobierno de subir el salario mínimo hasta 1.000 euros para los trabajadores afectados directamente por él repercuta también en la negociación colectiva. CEOE teme que los sindicatos pidan mayores subidas de la renta mínima de convenio hasta diferenciarse de la que regula el Gobierno. Por otra parte, es una oportunidad para que las centrales insistan en que en los sectores y las pequeñas empresas no pueda haber ningún trabajador, con jornada completa, por debajo de los 1.000 euros mensuales.
Fuente: Expansión Pro-Orbyt