Los ministros de Trabajo y Seguridad Social, Yolanda Díaz y José Luis Escrivá, han arrancado hoy con los máximos líderes patronales de CEOE-Cepyme y de los sindicatos CC OO y UGT la negociación para prorrogar las condiciones especiales de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) más allá del 30 de septiembre.
En este encuentro los máximos responsables del diálogo social han coincidido en alargar esta herramienta en la que aún hay inmersos más de 800.000 trabajadores. Si bien las condiciones y los sectores que a los que afectarán estos ERTE se concretarán en mesas técnicas de negociación, cuya primera reunión se celebrará el lunes. La necesidad de mantener los ERTE 'de rebrote' ha sido una de las coincidencias de las partes en este encuentro.
Varios ministros del Gobierno, en particular Díaz, habían ya adelantado la disposición del Gobierno a prorrogar los ERTE, en particular su modalidad 'de rebrote' incluida ya en el anterior acuerdo de junio para prorrogar estas herramientas, así como alargar más los ajustes actuales en los sectores y empresas que más dificultades están teniendo para salir de la crisis.
El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha celebrado el mantenimiento de los ERTE de rebrote, si bien ha reivindicado que "que los ERTE deben exonerar a las empresas que más lo necesiten, hay que dar una vuelta a eso". De esta manera, el líder empresarial avanzó cual será probablemente la principal polémica en esta negociación, ya que la patronal reclama que las exoneraciones de estos ajustes se concentren en las empresas que no activen a ningún trabajador.
El secretario general de CC OO, Unai Sordo, ha coincidido con esta exigencia patronal, y ha avanzado, tras la reunión, que los sindicatos también reclamarán al Ejecutivo, "que se haga todo el esfuerzo fiscal en los trabajadores que no se han incorporado a su puesto de trabajo. Es un debate que hay que volver a abrir porque hay que afinar el instrumento".
Sin embargo, hasta la fecha el Ejecutivo no está de acuerdo con este diseño de las exoneraciones que reclaman los agentes sociales y siempre ha mantenido defender el actual esquema en el que se bonifica más por los empleados que se incorporan a la actividad. De hecho, hasta ayer mismo, los responsables de Trabajo y Seguridad Social han reiterado que este diseño es el que ha funcionado y ha permitido la reincorporación a su empleo de tres de cada cuatro trabajadores afectados inicialmente por un ERTE. Pero Garamendi rebate la defensa de este esquema que defiende el Ejecutivo al considerar que no consideran oportuno potenciar a las empresas que ya van a activar el empleo de sus trabajadores, porque "una empresa no va a contratar a nadie porque le subvencionen el 13% o el 14% de coste laboral pero si puede tener problemas de liquidez y supervivencia si no tiene actividad y tiene que pagar la Seguridad Social".
Preguntado por esta cuestión Escrivá ha sido ambiguo al mostrarse de acuerdo con la filosofía de la petición patronal –y tal y como se mostró después, también sindical–, "pero todo es relativo y ahora hay que articularlo", ha dicho. Es más, ha dejado entrever sus discrepancias al insistir en que: "Puedo coincidir con la filosofía general que subyace en concentrar las ayudas en empresas con más dificultades, pero el diablo está en los detalles".
Si bien en este sentido Garamendi ha dado un tirón de orejas al Ejecutivo, al reprocharle que "es el propio Gobierno el que a veces nos paraliza poder decir que sí al acuerdo, por ejemplo en la negociación anterior nos costó convencerles hasta el último minuto para que incluyeran los ERTE por rebrote (…) y menos mal que los incluimos".
Una vez descontado que habrá prórroga de las condiciones que hacen más atractivos los ERTE que los despidos para las empresas y que el diseño de los detalles de esta herramienta se hará por los técnicos a partir de la semana próxima, los líderes sindicales han dado a conocer sus propuestas para esta mesa de negociación. Fundamentalmente, defienden que no haya plazos para la finalización de las ayudas a los ERTE, sino que se vinculen a la duración de la crisis económica y sanitaria, aunque admiten la revisión de la herramienta cada tres meses por razones presupuestarios y para "afinar dónde se concentran las ayudas".
En esta misma línea CC OO y UGT han coincidido en rechazar que las ayudas a los ERTE se mantengan solo en determinados sectores, ya que puede haber otras actividades que no estén directamente relacionadas con un sector más castigado pero sí lo esté indirectamente. Y pusieron como ejemplo el de un supermercado en Ibiza, si solo se mantienen los ERTE para el turismo, ese super no tendría acceso a ellos, pero estaría igualmente afectado por la ausencia de turistas en la isla.
Los negociadores del diálogo social en esta materia discutirán otras cuestiones a partir del lunes como el cambio legal que permita no recortar la prestación por desempleo de los trabajadores en ERTE a partir del séptimo mes de cobro, cuando la ley actual –aprobada por el PP en 2013– rebaja del 70% al 50% la cuantía de esta prestación. Díaz ha dicho que está dispuesta a mantener esta prestación en el 70% de la base reguladora, como vienen reclamando los sindicatos desde hace meses y también aceptan los empresarios, según ha dicho Garamendi.
Fuente: Cinco días