- El Ejecutivo opta por retrasar a 2024 los préstamos del fondo de Recuperación
- CEOE cree que ayudas directas y créditos son 'complementarios y no sustitutivos'
- Para el Círculo de Empresarios es lógico que se prioricen los fondos no reembolsables
El Gobierno ha comunicado a Bruselas a través del plan Presupuestario que en los próximos tres años las inversiones ligadas a los fondos del plan de recuperación New Generation UE se limitarán a los 70.000 millones de euros de transferencias directas, ayudas a fondo perdido, y que pospondrá el uso de los créditos -con condicionantes- por otros 70.000 millones, al trienio 2023 a 2026. De hecho, la ministra de Economía, Nadia Calviño, precisó este lunes en RNE que sólo recurrirán "si es necesario pedir créditos más adelante, en una segunda fase".
Un escenario que no gusta a los empresarios. Fuentes de la CEOE dicen a elEconomista que "es importante aprovechar la totalidad de recursos disponibles de fondos europeos, tanto los de fondo perdido como vía créditos. De hecho, ambas ayudas son complementarias y no sustitutivas si ambos recursos se destinen a financiar proyectos empresariales transformadores y capaces de generar recursos". Matizan que el sector financiero puede agilizar la instrumentación de las ayudas financieras, como hizo con los avales ICO, frente a las rigideces de la ley de contratos públicos o la ley de subvenciones .
Desde Cepyme consideran que los 140.000 millones de la UE es un apoyo esencial para reactivar la economía, aunque remarcan que el reto es lograr la total ejecución de los fondos. "Nos parece oportuno adelantar una parte para 2021, pero todavía no se conocen exactamente los proyectos y cómo se van a canalizar. Pero creemos indispensable que llegue a las pymes porque si no se quedará fuera la mayor parte del tejido empresarial".
Una posición que suscriben las grandes organizaciones territoriales. Salvador Navarro, presidente de la CEV de la Comunidad Valenciana, considera que deberían aprovecharse todos los recursos que "este mismo Gobierno ha estado defendiendo ante las instituciones europeas y, salvo que existan impedimentos de índole fiscal u operativo, iniciar su gestión a la mayor brevedad posible". Navarro señala que hay suficientes proyectos públicos, privados y público-privados susceptibles de ser financiados, bien a fondo perdido, bien por la vía de préstamo. Así, toda financiación supone una gran oportunidad".
En esta línea, el presidente de los empresarios andaluces, Javier González de Lara, declaró a Canal Sur que "no estamos para renunciar a ningún dinero en España", y agregó que los 140.000 millones estaban "asumidos por la sociedad, por las entidades financieras, por el FMI y por el BCE". Y añadió que incluso los 140.000 concedidos a España "se van a quedar hasta cortos". "Ese dinero lo necesita España", insistió.
Miguel Garrido, presidente de la patronal madrileña Ceim, tilda de preocupante no usar los créditos comunitarios cuando las necesidades de la economía para afrontar su transformación son superiores a los 140.000 millones. "No entendemos que el Gobierno pueda plantear esa renuncia y es un poco más de este desconcierto que nos produce que el Gobierno no haya anunciado cuáles van a ser los procedimientos para acceder a los fondos, ni que haya renunciado a una Agencia Independiente para gestionarlos".
Valentín Pich considera que los españoles están descontando que la crisis continuará en 2021
Alfredo Bonet, secretario general del Círculo de Empresarios, considerar "lógico" que el Gobierno priorice los fondos no reembolsables para los tres próximos años, dado el elevado nivel de endeudamiento que "estamos asumiendo". Dadas las favorables condiciones del mercado, el Tesoro está financiándose a bajo coste, "por lo que es previsible que solo recurriría a los préstamos europeos, que requieren condicionalidad, si esas condiciones empeoraran", dice Bonet.
Por su parte, el presidente del Colegio de Economistas, Valentin Pich, apunta tres variables a tener en cuenta. La evolución de la pandemia, la compleja manera de hacer las cosas de Bruselas y la necesidad de dar una imagen de seriedad y capacidad para gestionar tal cantidad de fondos. Algo que, en opinión de Pich, no está cumpliendo España. Considera que estas dudas deben despejarse, pero señala que los españoles están descontando que la crisis continuará en 2021, y ante esta perspectiva considera que "se deberían usar todos los recursos".
Fuente: Consejo de Graduados Sociales de España