El Banco de España asegura que la subida del salario mínimo del 22,3% no tendrá el efecto deseado por el Gobierno: ni mejorará los salarios de las rentas más bajas, ni contribuirá a reducir la desigualdad. Sí generará, en cambio, una destrucción del empleo significativa en los colectivos más desfavorecidos.
El alza del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 900 euros podría provocar que el 12,7% de los trabajadores afectados pierda su empleo, según un estudio del Banco de España en el que analiza el impacto de las últimas subidas de las rentas mínimas en nuestro país.
Sobre el total de ocupados, el supervisor bancario alerta de que la subida del 22% afectará al 0,8% del empleo en España. Es decir, se destruirán alrededor de 125.000 puestos de trabajo, un 0,8% del total de ocupados a tiempo completo (16 millones de personas).
Esto se desprende de un informe elaborado por los analistas del Banco de España en el que extrapolan las consecuencias de las últimas subidas del SMI en España a la aprobada por el Gobierno de Sánchez. En concreto, el organismo tiene en cuenta los efectos sobre el empleo cuando a finales de 2016 el ejecutivo de Rajoy aprobó una subida del SMI del 8% para 2017, que fue seguida de otra del 4% a principios de 2018.
Al analizar estos datos, los analistas concluyen que la probabilidad de perder el empleo tras la subida del SMI es mayor cuanto menor es la retribución anterior del trabajador afectado.
El Banco de España alerta de que el incremento del 22% elevará notablemente la incidencia de los trabajadores afectados con respecto a las experiencias pasadas. En 2017, un 3,1% de los trabajadores afectados perdió su empleo, alrededor de 12.000 personas.
Si bien, los analistas avisan de que este último alza será difícil de extrapolar, pues no tiene precedentes en la economía española.
El impacto sobre la probabilidad de perder el empleo es muy distinto en función de los grupos de edad y determinados colectivos. Según el informe, el efecto “es muy significativo en determinados colectivos como los más jóvenes y los de mayor edad con menor formación”.
El grupo de trabajadores más afectado será el de los trabajadores mayores de 45 años, que cobraban menos de 900 euros. El Banco de España calcula que se destruirá el empleo del 28% de los afectados en este rango de edad. Aproximadamente 20.000 trabajadores.
La incidencia será “muy superior” entre los jóvenes donde uno de cada cuatro trabajadores a tiempo completo tiene unos ingresos menores al SMI y entre las mujeres (8,5% frente al 4,9% de los hombres). Orense (15,5%), Santa Cruz de Tenerife (13,9%) y Badajoz (12,4%) son las provincias donde afectará más la medida y los sectores más vulnerables serán la agricultura (28,1%) y algunos servicios asociados a la hostelería y limpieza .
El Banco de España asegura, además, que el impacto de elevar el salario mínimo apenas tendrá consecuencias sobre la masa salarial total de la economía española.
No obstante, sí tendrá un efecto “significativo” sobre el segmento más joven (entre 16 y 24 años) de los trabajadores con peores salarios, permitiendo una subida media del 3% en los salarios de los empleados de entre 16 y 24 años.
En cuanto al efecto sobre el total de los ingresos, los mayores salarios de los que conservaran su puesto de trabajo se compensarían, aproximadamente, “con los salarios dejados de percibir por aquellos que hubieran perdido su empleo”. De modo, que la masa salarial se mantendría sin cambios apreciables y la subida en las rentas no contribuiría a corregir la desigualdad.
De hecho, según los cálculos de los analistas del supervisor bancario, la medida provocaría, además, un aumento de la desigualdad, que en términos del índice de Gini, se incrementaría un 0,2%.
Fuente: Expansión Pro-Orbyt