La adquisición de maquinaria que mejore la productividad de la empresa no es una causa que justifique el despido de empleados. Así lo determina el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Madrid en una reciente sentencia en la que que califica de improcedente el cese de un trabajador después de que la compañía, dedicada a la impresión de libros, revistas y otros artículos, sustituyera alguna de sus máquinas rotativas por dos modelos mucho más avanzados. Según recoge el fallo, ello supuso un incremento del rendimiento de la sección, lo que llevó al cese del demandante y sus ocho compañeros de departamento.
El TSJ respalda el criterio seguido en primera instancia y considera que la decisión ni es razonable ni cumple con el requisito de proporcionalidad. Para la Sala, la dirección debió haber presentado pruebas que justificaran el despido más allá de la simple mejora de la productividad.
Falta de pruebas
Aunque efectivamente la compañía hubiera registrado un incremento de la eficiencia, los magistrados afean que ésta “no haya aportado dato alguno que justifique la necesidad de reducir la mano de obra para, por ejemplo, accionar las máquinas”. En este sentido, aventuran, incluso, que el aumento del volumen de la producción “podría llevar a necesitar más personal”.
Fuente: Consejo General de Graduados Sociales de España