Tras analizar los datos microeconómicos de España entre 2008 y 2013, los técnicos de la Comisión Europea consideran que en nuestro país “el proceso de ajuste, que en cuanto a salarios sólo comenzó en 2010, ha sido lento, ineficiente y ha golpeado a los trabajadores temporales de forma desproporcionadamente dura”.
En un duro documento, la Comisión señala que “mientras el total de empleo cayó más de un 16%, los salarios agregados reales lo hicieron en torno a un 4,5% entre 2008 y 2013”. Sin embargo, explican, “el dato agregado enmascara una reducción subyacente más grande en los salarios individuales, que tuvo lugar de forma simultánea a los cambios en la composición del empleo de la población” al haber diferencias entre los perfiles. Así, por ejemplo, “los que tienen más educación y cualificación se vieron relativamente menos afectados”.
El documento destaca que la reducción real de los salarios, a un nivel agregado, fue “moderada entre 2010 y 2013”, pero que la “reducción de media de las remuneraciones fue más alta” y debida a la particular composición del mercado laboral. Así, por ejemplo, los microdatos revelan que “la reducción en los sueldos de los trabajadores temporales empezó ya en 2009 y fue cuantitativamente mucho más grande que los ajustes observados entre los trabajadores con contratos indefinidos”.
El trabajo va un paso más allá, y sostiene que no sólo ha sido más habitual que los trabajadores temporales perdieran más sus empleos y sufrieran recortes mayores en sus retribuciones, sino que hay un hecho adicional: ha ocurrido mientras de forma paralela “la calidad media de la fuerza laboral temporal ha mejorado más que la media de la calidad de los trabajadores fijos”.
Los expertos creen que este fenómeno, en parte contraintuitivo, se explica por una razón simple: las empresas han despedido de forma diferente. Cuando se trataba de trabajadores temporales, y por lo tanto con un coste de indemnización reducido, echaban a los peores.
Pero cuando se trataba de contratos indefinidos, los despedidos eran no los “peores”, sino a los que suponía menor coste, por ejemplo por menos veteranía. Y por lo tanto, el nivel medio entre los temporales ha mejorado más entre los temporales.
Valorando los datos, los técnicos afirman que “los resultados sostienen la evidencia de que la alta dualidad en el mercado laboral puede llevar a un lento e ineficiente proceso de ajuste que penaliza desproporcionadamente a los trabajadores temporales”. Por ello, juzgan, los datos “hacen un llamamiento para una reforma de la legislación laboral que reduzca las diferencias entre los trabajadores con contratos fijos y los temporales” y acabe con la dualidad.
Fuente: El Mundo