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GUÍA PARA ENTENDER LOS NUEVOS ERTE: LA REBAJA DEL PAGO DEJA DESPROTEGIDOS A LOS TRABAJADORES

14 septiembre 2020
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  • La CEOE pide prorrogar hasta junio de 2021
  • Trabajo propone llegar a diciembre

Las pretensiones del Gobierno de sectorializar la prórroga de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (Erte) abren un camino incierto para cientos de miles de trabajadores y miles de empresas que se pueden quedar fuera. Pocas, y no muy halagüeñas, son sus alternativas. Desde la patronal y los sindicatos hablan de que se las aboca al cierre a ajustes de plantillas.

¿Tipos de Ertes en la actualidad?

Erte de fuerza mayor. Aprobados con el estado de alarma, se ligaron a las limitaciones y prohibiciones establecidas por el Gobierno. Están dotados de más beneficios que los Ertes ordinarios. En el caso de los asalariados, se les ha permitido cobrar la prestación sin tener el mínimo cotizado y el tiempo que estuviesen en el Sepe no les restaría de futuras prestaciones por desempleo. Para las empresas, los trámites fueron más ágiles, sin necesidad de negociar con los trabajadores (aunque el colapso de las administraciones ha generado numerosos conflictos en su tramitación y aprobación). Y la exoneración a las empresas, parcial o total, de las cuotas de sus trabajadores, en unos porcentajes que han ido variando estos meses. Estos son los Ertes cuya prórroga se negocia.

Erte objetivo por motivos económicos, técnicos, organizativos y de producción (Etop). Es el Erte clásico que se emplea en tiempos de no crisis. Deben ser previamente pactados entre la empresa y los trabajadores. Los periodos de aprobación son más largo e interviene la Inspección de Trabajo.

Ertes de "rebrote". Son Ertes de fuerza mayor que se han podido solicitar desde el 1 de julio por empresas afectadas por nuevas órdenes de la Administración que impiden su normal actividad. Como los límites a los locales de ocio nocturno o empresas en localidades que han vuelto a la Fase I.

¿Previsibles Ertes el 1 de octubre?

Ertes de fuerza mayor. Caducan el 30 de septiembre y Gobierno y agentes sociales negocian su continuidad. Se prorrogarían los expedientes de los sectores más afectados todavía por la pandemia. Se da por seguro los ligados al turismo como alojamiento o aerolíneas. Suman más de la mitad de los asalariados en Erte actualmente.

Ertes Etop. Si el Gobierno decide excluir algunos sectores de fuerza mayor de la prórroga, las empresas que se queden fuera podrían solicitar un Erte Etop.

Ertes de "rebrote". Todo apunta que seguirán en vigor, aunque su utilización está siendo muy limitada por su complejidad y la necesidad de volver a solicitarlos si la empresa ya había cerrado su Erte.

¿Puntos de fricción en la negociación?

Con los empresarios. Dos son los grandes puntos en conflicto, aunque sus reivindicaciones también son sostenidas por los sindicatos. Por un lado, la decisión de sectorializar la prórroga, limitando la continuidad a ciertos sectores. Desde CEOE dicen que la economía está entrelazada y muchas empresas que no parecen ligadas a, por ejemplo, el turismo pueden tener fuertes caídas de actividad dependiendo del tipo de clientes o su ubicación geográfica. El segundo es el plazo de ampliación. El Gobierno quiere limitarlo a diciembre y la CEOE ha pedido que se prorrogue hasta el verano de 2021 para dar seguridad jurídica.

Con los sindicatos. Igual que en el caso anterior, la CEOE también se alinea en estos puntos. Primero, la posibilidad de que los trabajadores en Erte vean reducida su prestación por debajo del 70% de su base reguladora. Legalmente debería bajar al 50%, pero Trabajo estaría dispuesto a aceptar el 60%. El otro punto, que a partir del 1 de octubre el tiempo que los trabajadores cobren del Sepe se restará de futuras prestaciones de desempleo.

¿Personas afectadas?

Cerca de 812.500. A 31 de agosto había 663.656 asalariados en Erte de fuerza mayor (268.953 menos que a 31 de julio) y 148.782 en Ertes no de fuerza mayor (37.151 menos).

¿Fijos discontinuos?

Sin prestación futura. Los sindicatos piden una solución para este colectivo que acumula en los meses de trabajo derechos para cobrar una futura prestación. Pero eltiempo que han estado en Erte no ha generado derecho, con lo cual, no tendrían ningún ingreso tras el Erte.

Exoneraciones para los más necesitados

Las limitaciones presupuestarios han marcado siempre las negociaciones de los Ertes. Sin embargo, también hay diferencias de concepto. El Gobierno apuesta por premiar a las empresas que sacan a sus trabajadores de los Ertes con mayores exoneraciones en las cotizaciones. Ni sindicatos ni empresarios comparten este filosofía y piden que las reducciones a la Seguridad Social se concentren en empresas con más dificultades que no pueden volver a su actividad normal.

Fuente: Consejo General de Graduados Sociales de España

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