- Los hoteles auguran una temporada baja muy buena en Canarias y Baleares ante el crecimiento de las reservas. Los slots contratados por las aerolíneas están un 8% por encima de 2019.
España se prepara para superar los 84 millones de turistas extranjeros que llegaron a los principales destinos turísticos en 2019 y los 275 millones de pasajeros que volaron en los aeropuertos de la red de Aena en ese mismo ejercicio. Los datos acumulados hasta el verano invitan al optimismo. Entre enero y junio llegaron 37,5 millones de viajeros extranjeros, lo que supuso un 1,6% menos en comparación con el mismo período de 2019, mientras que en los siete primeros meses de 2023, el número de pasajeros en los aeropuertos ha crecido un 1,2% respecto a 2019 hasta los 159 millones.
La gran incógnita es si esa inercia positiva se va a mantener en la segunda mitad del año. Hoteles, aerolíneas y agencias de viajes descuentan que los resultados del verano van a ser históricos, con ocupaciones y precios por encima de los de 2019, y las perspectivas para el último trimestre del año son igual de optimistas, con lo que anticipan que con toda seguridad se superaran ambos hitos. “Creo que tenemos que empezar a hablar de un año histórico. Las previsiones apuntan a que los buenos resultados que se están registrando en temporada alta se pueden alargar hasta octubre por la importante entrada de reservas”, asegura Juan Molas, presidente de la Mesa del Turismo, que augura que el año se podría cerrar con un saldo total de 260 millones de turistas, de los que 84 millones serían extranjeros y 176 serían nacionales.
Las grandes cadenas hoteleras se muestran muy optimistas, pese al fuerte crecimiento experimentado por las reservas de última hora, lo que les impide realizar previsiones con detalle. Desde RIU aseguran que las perspectivas para la última parte del año son alentadoras. “De los cinco hoteles que la cadena tiene en la playa de Palma de Mallorca, tres (San Francisco, Festival y Concordia) van a permanecer abiertos durante el invierno, lo que supone uno más que el año pasado, mientras que en Canarias las perspectivas son muy positivas tras un verano en el que se están registrando ocupaciones del 90% en todos los hoteles”. En Meliá coinciden con ese diagnóstico, ya que en el arranque del verano contaban con unas reservas en libros que superaban en un 20% las cifras de 2022.
Las previsiones que manejan las agencias de viajes también apuntan en ese sentido. En el primer semestre, las ventas de la agencia de viajes online Destinia se han disparado un 20% anual y la facturación prevista al cierre del año se ha revisado al alza hasta los 225 millones de euros. “El verano está funcionando muy bien y la última parte del año también va a ser muy positiva”, recalca Ricardo Fernández, director general de Destinia, que asegura que la superación de los niveles de 2019 dependerá en gran medida de la llegada de viajeros a Canarias, que concentra una parte muy importante de los flujos turísticos entre octubre y diciembre, coincidiendo con su temporada alta. Fernández precisa que las reservas están funcionando muy bien por ahora, pero que existen amenazas. “La subida de precios está paralizando la demanda en las rentas más bajas de Alemania y Reino Unido, aunque este fenómeno no está afectando por ahora a España”. El mayor riesgo se encuentra, según el director general de Destinia, en la guerra de precios a la baja que pueden activar Marruecos, Túnez y Turquía para tratar de recuperar la cuota perdida frente a Canarias.
Desde la agencia de viajes online Edreams destacan el buen comportamiento del mercado español. “Los españoles han viajado en masa este verano, en el que hemos registrado un 20% más de reservas que en el mismo período del año pasado. Las perspectivas para el resto del año son igualmente prometedoras, ya que las reservas realizadas hasta la fecha superan en un 39% a las registradas en las mismas fechas del año anterior”.
Las previsiones que manejan las aerolíneas para el cierre del año son muy positivas y se acercan a los 275 millones de pasajeros registrado ante de pandemia. “Todo hace indicar que si el patrón de demanda se repite en la última parte del año superaremos o igualaremos ese registro. En el conjunto de verano, la capacidad está un 1% por encima de 2019″, recalca Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA). Con independencia de que se supere o no ese hito considera que el regreso a los niveles precrisis es una buena noticia. “El mercado doméstico fue el primero que tiró de la demanda en la pospandemia, posteriormente el mercado intraeuropeo y ahora está creciendo con fuerza el mercado americano y todavía falta por recuperarse el mercado asiático”.
Ese crecimiento de la demanda se ha producido en un escenario hiperinflacionista en el que las tarifas aéreas, al igual que las hoteleras, han crecido con fuerza. Gándara justifica esa subida por el incremento de los costes salariales y energéticos y defiende que todavía sigue siendo competitivo volar. “Si quiere encontrar tarifas bajas, el cliente tiene que acostumbrarse a reservar con la mayor antelación posible y evitar los períodos de mayor demanda”.
La única nota discordante la pone Tomeu Benassar, consejero delegado de Soltour Travel Partners, el turoperador del Grupo Piñero, cuyo buque insignia son los hoteles Bahía Príncipe. Benassar diferencia tres etapas diferentes a lo largo de este ejercicio. “Una primera parte hasta mayo de recuperación con indicadores muy favorables como son la antelación en la reserva y la mejora de los importes medios de la cesta. Desde principios de mayo hasta la fecha estamos viendo una severa ralentización en la demanda, que unida a una sobreoferta nos han llevado a mucha oferta de último minuto y muy poca antelación. Se sigue viajando, pero se reducen los días de viaje y se reducen los gastos medios. Y esperamos una última parte del año con una demanda contenida y en unos escenarios donde todos los operadores tendrán que ajustar su programación a la demanda”.
Fuente: CincoDías