Los españoles se jubilan de media a los 64,1 años
Una de las claves para hacer más sostenible la Seguridad Social es conseguir que los cotizantes se retiren lo más tarde posible y con eso están más años aportando dinero a las arcas y menos años cobrando la jubilación.
Los técnicos que han diseñado las últimas reformas de pensiones en 2011 y 2013 lo saben y por ello incluyeron numerosas medidas tendentes a prolongar la estancia de los trabajadores en el sistema. Fundamentalmente, alargaron la edad legal de jubilación de los 65 a los 67 años de forma progresiva hasta 2027 y endurecieron el acceso a las jubilaciones parciales y anticipadas.
Anteriormente a estas reformas el último Gobierno de Rodríguez Zapatero ya tomó alguna medida para intentar frenar, sobre todo, las jubilaciones parciales e incentivar que los trabajadores siguieran en activo. Y con ello se consiguió lenta pero ininterrumpidamente elevar la edad real de jubilación de los 63,6 años en 2008 a 64,33 años en 2013, cuando se alcanzó el máximo. Precisamente, en ese año el porcentaje de jubilaciones anticipadas sobre el total, 38,2%, fue el más bajo en dicho periodo.
Sin embargo, en 2014 tras el primer año completo de aplicación de la reforma que empezó a aplicarse el 1 de enero de 2013, las jubilaciones anticipadas aumentaron un 3% y pasaron a representar el 41,29% del total. Esto, unido a un descenso del 6,7% de las jubilaciones a la edad legal de retiro (65 años y dos meses en 2014), freno la escalada de la edad real de jubilación, tras siete años de ascensos, y esta se redujo a 64,1 años.
En la primera mitad de 2015 esta tendencia sigue. Así las jubilaciones a la edad legal (65 años y tres meses en la actualidad) caen un 7,6% mientras que las anticipadas en todas sus modalidades repuntan un 7,4%.
Pero, ¿por qué están aumentado los retiros anticipados si la ley ha endurecido su acceso? La causa que explican desde el Ministerio de Empleo son las excepciones legales que recoge la Ley 27/2011. Aunque esta norma endurece la posibilidad de acogerse las jubilaciones anticipadas y parciales también establece numerosos casos excepcionales en los que los trabajadores pueden jubilarse acogiéndose a la ley anterior a 2011, más laxa con este tipo de retiro.
Es tal el efecto de estas excepciones legales que en la actualidad se producen más jubilaciones anticipadas según la ley previa a 2011 que con las reglas de la reforma posterior. En concreto, según los datos de la Seguridad Social, entre enero y junio de 2015 se han producido 67.139 jubilaciones anticipadas –el 44% del total– y de estas, solo 25.370 se han producido según las leyes de 2011 y 2013 y las 41.769 restantes con la normativa anterior a estas fechas, más permisiva con el retiro anticipado.
Si bien hay que decir que casi la mitad de las jubilaciones anticipadas que se han llevado a cabo en el primer semestre del año fueron involuntarias, por despidos del trabajador.
Además, la finalización de estas excepciones legales en próximos meses está teniendo un efecto multiplicador, debido a todos aquellos que aprovechan para acceder en mejores condiciones a las distintas modalidades de jubilación anticipada, según explican los técnicos de la Seguridad Social. Esto ha afectado, sobre todo, a la jubilación parcial, que es la más dañina para el sistema en términos económicos porque no tiene coeficientes penalizadores y, por lo tanto la pensión se cobra íntegra. Así, las nuevas altas de jubilaciones anticipadas crecieron un 30% en 2014 y han aumentado otro 12% en lo que va de 2015 (76% según la legislación anterior).
Trabajar y cobrar pensión, la opción favorita
Desde hace varios años ya era posible seguir trabajando y cotizando más allá de los 65 años y, por tanto, de conseguir así una pensión mayor. Y en la última reforma de pensiones se aumentó incluso lo que el trabajador puede aumentar su contribución si sigue en activo tras cumplir la edad de retiro.
Para acogerse a esta modalidad –denominada jubilación demorada– el trabajador tiene que haber cotizado como mínimo 15 años en el momento de cumplir la edad legal de jubilación en cada momento. Cumplido este requisito se reconocerá al trabajador un incremento de la pensión del 2% por cada año más completo de cotización si se tenían cotizados hasta 25 años; un 2,75% más, si se hubieran cotizado de 26 a 37 años y un 4% adicional, con más de 37 años cotizados.
En 2013 se realizaron 21.202 jubilaciones demoradas, lo que representó el 11% del total de nuevos retiros de ese año.
Sin embargo, en 2014, tras la entrada en vigor de la posibilidad de compatibilizar el trabajo con el cobro del 50% de la pensión –la denominada jubilación activa–, las jubilaciones demoradas han caído notablemente, porque los trabajadores prefieren nueva modalidad.
Así, en 2014 ya solo hubo 14.877 jubilaciones demoradas, que redujeron al 8,5% su peso sobre el total de retiros. Y en el primer semestre de 2015 se mantienen en una proporción similar sobre el total (8,7%).
Por el contrario, la nueva jubilación activa sube con fuerza. En 2013, su primer año de existencia, hubo 9.094 retiros de este tipo. Al año siguiente, se duplicaron, hasta los 18.066; y en el primer semestre de 2015 ya se han realizado 22.354. El 84% de quienes se acogen a la jubilación activa son autónomos.
Fuente: Raquel Pascual Cortés
Madrid 24-08-2015 CINCO DÍAS
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