El Gobierno va a aprobar un incentivo fiscal para las empresas y los comercios del sector turístico. Para fomentar el mantenimiento del empleo más allá de los meses de verano y de mayor flujo de visitantes, el Ejecutivo ampliará las ayudas fiscales a las compañías que mantengan en nómina a sus trabajadores fijos discontinuos en noviembre, febrero y marzo.
El alivio fiscal consistirá en “una bonificación en dichos meses del 50% de las cuotas empresariales a la Seguridad Social por contingencias comunes, así como por los conceptos de recaudación conjunta de Desempleo, Fogasa y Formación Profesional” de los trabajadores indefinidos discontinuos de empresas dedicadas a actividades encuadradas en los sectores de turismo y comercio y hostelería vinculados a la actividad turística.
Así lo especifica la disposición adicional sexagésima novena del proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2016, cuyo trámite parlamentario comienza hoy, con las primeras comparecencias de altos cargos en el Congreso de los Diputados.
El contrato fijo discontinuo es aquél que asegura una relación de trabajo entre una empresa y un empleado, pero sólo durante periodos determinados del año. Por ejemplo, de abril a octubre de cada año, en un hotel. Es un contrato de temporalidad, pero con las características de un indefinido.
La rebaja de las cotizaciones, que opera ya en noviembre y marzo de este año, se prorrogará en 2016 y se ampliará a febrero. Ello supone un balón de oxígeno para los empresarios: para una base de cotización de 1.200 euros, el ahorro fiscal es de 675 euros por trabajador en los tres meses de vigencia (225 al mes), según datos de la Confederación Española de Comercio (CEC). En concreto, 170 euros por las cuotas por contingencias sociales (el 28,3% de la base), y 55 por el resto.
Se trata de una medida que, al prorrogarse y, sobre todo, ampliarse al mes de febrero, incentiva el empleo y reduce la estacionalidad. No en vano, la contratación indefinida pero intermitente está muy ligada al incremento de la demanda en los meses verano en las zonas turísticas.
En España hay 305.000 trabajadores fijos discontinuos, en su mayor parte ligados al sector turístico, sobre todo en las zonas costeras, aunque también en las grandes ciudades. Y muy especialmente en las Islas Baleares. No en vano, el expresidente de esta comunidad, José Ramón Bauzá, fue el barón del PP que más luchó por el establecimiento de este nuevo incentivo fiscal.
Alargar los incentivos tributarios a febrero beneficiará a 2.500 trabajadores y 1.000 empresas adicionales, según el Ministerio de Empleo. Los cálculos de Baleares son aún mayores: no sólo se mantendrán empleos bonificados, sino que se crearán 9.000 puestos de trabajo adicionales. Esta cifra se sumará a los 14.000 generados hasta ahora en dicha comunidad autónoma.
La cifra sólo puede aumentar, ya que el desconocimiento sobre este incentivo fiscal es palmario en otras autonomías. Incluso algunas asociaciones del sector preguntadas por este diario desconocen la posibilidad de acogerse a la reducción de las cotizaciones.
LAS PATRONALES APLAUDEN
En todo caso, Baleares está sirviendo de punta de lanza. En marzo ya se notó un aumento de la afiliación de fijos discontinuos, que son los primeros trabajadores a los que llama un empresario en caso de repunte de la demanda.
Y ahora que marzo vuelve a tirar del carro, toca apuntalar el empleo en febrero. Antes de la crisis los trabajadores fijos discontinuos sumaban cada año en torno a 10 meses afiliados a la Seguridad Social, pero esta cifra cayó a unos seis meses en los peores años de la recesión, según el sector.
Las patronales del comercio alaban este impulso fiscal al turismo, porque se trata de una medida enfocada a “acabar con la estacionalidad” del empleo. “Incluso en Madrid no se hacía nada por acabar con la estacionalidad”, arguyen desde la CEC.
El Gobierno pone dos salvedades a la medida. La primera, las empresas pertenecientes al sector público quedan excluidas. La segunda, la ayuda sólo estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2016. Si funciona, se prorrogará.
Fuente: Expansión