La última vez que una ministra de Economía española viajó a la City de Londres, en 2010, la situación de España era dramática. Tanto, que Elena Salgado, la titular de la cartera en el Gobierno de Rodríguez Zapatero, tuvo que emplearse a fondo con la prensa y los analistas para convencerles de que España superaría la crisis. En la City muchos todavía recuerdan las cámaras españolas de televisión esperando a la ministra tras su reunión con Financial Times.
Ayer, Nadia Calviño, la ministra de Economía del Gobierno de Pedro Sánchez, lo tuvo más fácil. Su misión ante analistas y empresarios fue recordar la “fortaleza de la economía española, que seguirá creciendo por encima de la media europea” y tranquilizarles diciendo que el objetivo del Gobierno no es hacer cambios políticos radicales, sino ajustes en la política económica de la anterior Administración.
Cuestionada sobre la posibilidad de cambiar la reforma laboral aprobada por el Gobierno del PP, Calviño aseguró que existe una gran “confusión” sobre este asunto. “No va a cambiarse toda la legislación laboral, solo va a haber algunos ajustes”, señaló la ministra. En su opinión, “una parte de la reforma ha tenido resultados positivos, al dotar de mayor flexibilidad al mercado laboral. Pero otros efectos han sido negativos, al crear gran precariedad en algunos contratos y demasiada rotación. Esto ha creado una nueva categoría de trabajadores pobres, que no pueden tomar decisiones a largo plazo, y las empresas tampoco invierten en su formación”. Por tanto, “haremos ajustes en la regulación sin cambiar el corazón de la reforma”.
En la sesión, organizada por las Cámaras de Comercio de España y la de España en Reino Unido, la ministra afirmó que la subida propuesta del 22% en el salario mínimo, hasta los 900 euros mensuales, “tendrá un efecto neutro en la creación de empleo y el crecimiento”. Además, recordó que el actual salario mínimo está muy por debajo de otros países y que habrá otras medidas paralelas para apoyar a las pymes.
La exdirectora de Presupuestos de la Comisión también defendió el borrador de cuentas públicas, que afronta el reto de lograr la aprobación del Parlamento y el visto bueno de Bruselas. La ministra señaló que el plan presupuestario permite seguir el ajuste del déficit a la vez que se lucha contra la desigualdad social, y calificó de “lógico” el diálogo con la Comisión sobre su contenido.
En cuanto al Brexit, Calviño mostró su confianza en alcanzar “el mejor acuerdo posible entre Londres y Bruselas” en las próximas semanas para realizar una separación ordenada. La ministra prometió ir informando a las empresas sobre el impacto del Brexit en sus negocios, a través de las Cámaras de Comercio.
Durante el resto de la jornada en Londres, Calviño se entrevistó con fondos de inversión y medios de comunicación. Según dijo, a diferencia del temor de los inversores ante la situación en Italia, “el mercado está demostrando que confía en el Gobierno español”. Actualmente, la prima de riesgo de España (diferencial del coste de sus bonos a diez años con los de Alemania) es casi 200 puntos inferior a la de Italia.
Fuente: Expansión Pro-Orbyt