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LA “GRAN DIMISIÓN” AL DESNUDO: SOLO UN 42% SALTA A UN NUEVO TRABAJO Y EL 36% ACABA CON UN SUELDO PEOR

4 marzo 2024
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  • Fedea señala que el porcentaje de españoles que busca otro trabajo está en máximos históricos

 

  • Las posibilidades de pasar de un temporal a un indefinido sube más de 20 puntos tras la reforma laboral

 

  • Más de dos millones de dimisiones de indefinidos cambian las reglas del juego del mercado laboral

 

Una de las consecuencias más sorprendentes de la reforma laboral ha sido el récord de dimisiones de trabajadores, que en 2023 alcanzó la cota de 2,7 millones. De ellas, 2,07 tenían un contrato indefinido. La mayoría de los analistas lo explican porque los asalariados tienen hoy más posibilidades de cambiar su empleo actual por uno más estable y mejor pagado. Pero un nuevo estudio de Fedea cuestiona esta tesis con unos datos demoledores: solo el 42% de los trabajadores que renuncian empiezan en otro empleo en los dos meses siguientes y un 36% de los que lo consiguen ve empeorar sus salarios con el cambio.

Este análisis, incluido en la última edición del Observatorio Trimestral del Empleo de Fedea, BBVA Research y Sagardoy Abogados, ha sido elaborado por el investigador Florentino Felgueroso , que lo basa en la Muestra Continua de Vidas Laborales que publica la Seguridad Social. Los datos corresponden a 2022, el primer año en vigor con la reforma, pero en el que las renuncias ya se habían disparado hasta los 2,57 millones, 1,6 en el caso de los indefinidos. Son incrementos interanuales del 35% y el 129% respectivamente respecto a la situación en 2021.

El trabajo de Felgueroso detecta que el tiempo transcurrido entre dos empleos se sitúa entre 1 y 7 días solo para un 26% de las dimisiones, un 5% lo hace entre 8 y 29 días y un 11% entre 30 y 59 días. El restante 58% no encuentra empleo, si lo logra, antes de dos meses. Teniendo en cuenta los tiempos de transición de un nuevo proyecto a otro, y el tiempo de búsqueda de un nuevo empleo, estos porcentajes permiten concluir que, como mucho, solo el 42% de los asalariados que dimiten tenían un nuevo puesto ya en el horizonte al tomar su decisión.

Los datos del Felgueroso muestran que un 20% de todos los trabajadores que renunciaron estaban en una situación de pluriempleo, es decir, contaban con el 'colchón' de un empleo principal y solo renunciaron, o reemplazaron, el secundario. Ocho de cada diez lo hicieron dejando atrás su único puesto de trabajo.

 

MEJORES CONTRATOS PEOR PAGADOS

 

En cualquier caso, lo que salta a la vista es que estos tiempos no registran ninguna mejora en 2022 y 2023, pese al fuerte incremento de las dimisiones. Es decir, parece que las oportunidades de encontrar otro empleo no se ampliaron con la reforma. Lo que sí cambió, sin embargo, fue el tipo de contrato que se obtiene al hacerlo.

En 2021 el 34% de los asalariados indefinidos que renunciaban acababan con un contrato temporal. En 2022, este porcentaje cayó al 22%, aunque los que firmaron uno fijo discontinuos subieron del 1% al 6. Por otro lado, los temporales que pasan a indefinidos se elevaron del 35% al 50%, mientras los encuentran otro empleo temporal han caído del 62% al 40%. La reforma laboral sí ha elevado las posibilidades de encontrar un empleo indefinido.

Aunque esto no significa un progreso profesional. Uno de los aspectos más analizados del aumento de las dimisiones, especialmente entre los indefinidos, es su impacto en los salarios y la demanda de mano de obra. Esta idea ha sido recogida incluso por el Banco de España y contribuye a explicar la elevada rotación en determinados sectores, como el tecnológico, y la falta de mano de obra en otros como la construcción o la hostelería. Pero los datos de Fedea rebaten también esta hipótesis: cambiar de trabajo no garantiza un mejor sueldo. Más bien lo contrario.

Si se toma como referencia la variación en el grupo de cotización (las franjas retributivas en las que la Seguridad Social clasifica a los trabajadores) se aprecia que el 36 % de los 'dimisionarios' lo empeoraron, mientras solo un 27 % lo mejoró. Se trata de índices muy similares a los previos a la reforma y se mantienen estable desde 2013, tras la reforma laboral del PP. Que tuvo un impacto mayor en este sentido que la de 2021.

Felgueroso considera que estos datos muestran que las dimisiones en España no se vinculan, en su mayoría, a una mejora profesional, sino que responden a otros factores. Sobre todo, la insatisfacción con el nuevo empleo y sus condiciones. De hecho, a su juicio cabe hablar de 'renuncias forzadas'. Así, llama la atención sobre el hecho de que la mayoría de las renuncias se concentran en asalariados que llevan menos de un año en su trabajo.

Un dato aún más revelador es que, a pesar del riesgo que supone el salto de dejar un trabajo, nunca ha habido tantos trabajadores dispuestos a hacerlo como hoy. Así, según su análisis de microdatos de la Encuesta de Población Activa, el 8,6% de los trabajadores asalariados busca otro trabajo, el máximo de los últimos veinte años.

Eso sí, los datos cambian en función del tipo de contrato. Así, los indefinidos ordinarios solo llegan al 6%, mientras que entre los fijos discontinuos escala al 12% y en los temporales llega al 19%. Aunque parecen porcentajes relativamente bajos si se comparan con las tasas que ofrecen algunos estudios del sector privado, confirman un incremento de la rotación laboral voluntaria.

En todo caso, las dimisiones no dan señas de enfriarse en España. Está por ver si responden a una mejoría de las expectativas de los trabajadores o son una consecuencia de la precariedad endémica del mercado laboral, algo que los datos de 2024 deberían clarificar definitivamente.

 

 

Fuente: elEconomista

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