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EUROPA ELEVA EL CONTROL SOBRE LAS INDEMNIZACIONES Y BONUS ESPECIALES

24 noviembre 2020
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DIRECTRICES SOBRE RETRIBUCIÓN EN BANCA/ La EBA avisa de que este tipo de pagos deben ajustarse a todos los límites de la retribución variable. No deben usarse para compensar la pérdida de bonus ordinarios

Europa revisa otra vez el marco de retribuciones en la banca y profundiza en el trabajo iniciado hace más de una década con un objetivo: que los incentivos del sector financiero no alimenten la toma de riesgos y las crisis bancarias, y no recompensen un mal desempeño de los gestores.

La Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) ha sacado a consulta una versión actualizada de sus directrices sobre políticas de remuneración, en vigor desde 2015. Entre otros aspectos, la institución ha perfeccionado las guías sobre indemnizaciones por rescisión anticipada de contrato, los beneficios discrecionales de pensión y los bonus de retención (remuneración variable concedida a un directivo a condición de que permanezca en la entidad durante un periodo de tiempo predeterminado).

Los supervisores han constatado que, al acordar este tipo de pagos, hay bancos que se están ajustando técnicamente a la literalidad de la norma, pero en la práctica están eludiendo sus principios y objetivos.

Ratio fijo-variable

La EBA quiere evitar que estas remuneraciones se utilicen para sortear el denominado bonus cap. Establece que el variable no puede superar, por regla general, el 100% del sueldo fijo, aunque la ratio puede alcanzar el 200% si lo autoriza la junta de accionistas.

Los supervisores, por otra parte, han detectado una incorrecta concesión de bonus de retención, que no se pueden emplear para compensar la pérdida de retribuciones variables ordinarias. A este respecto y en términos generales, el BCE también ha avisado a los bancos en los últimos meses que no deben compensar a sus ejecutivos por la pérdida de bonus como consecuencia de la actual crisis. Las retribuciones del sector deberían registrar una fuerte caída este 2020 por la exigencia de “moderación extrema” formulada por el BCE, los propios compromisos de reducción asumidos por los bancos y la debilidad de los resultados.

La EBA establece que el importe de las indemnizaciones por despido no debe ser “desproporcionado”. Tiene que reflejar el rendimiento del directivo en el tiempo y no puede recompensar malos resultados o conductas indebidas.

Las indemnizaciones están catalogadas como remuneración variable y, por tanto, están sujetas a sus límites, incluido el bonus cap. Pueden darse excepciones para que estos pagos no lleguen a computarse en el cálculo de la ratio entre fijo y variable, pero sólo bajo determinadas condiciones. En caso de importes “materiales” (superiores a 200.000 euros), se puede requerir a las entidades que informen y justifiquen ante el supervisor el pago de la indemnización.

Por lo que respecta a los beneficios discrecionales de pensión, basados en resultados, igualmente son remuneración variable. El banco debe asegurarse de que cuando un directivo abandona la entidad o se jubila, esta prestación no se paga sin tener en cuenta la situación económica de la entidad o los riesgos asumidos por el ejecutivo.

Con respecto a las primas de retención, la EBA subraya que son abonos variables y deben vincularse no sólo a la condición de permanencia, sino también al rendimiento. En ese sentido, estos bonus “no se concederán simplemente para compensar una remuneración vinculada a los resultados que no se ha abonado debido a resultados insuficientes o a la situación financiera de la entidad”.

España

En España, las retribuciones en el sector financiero han cobrado protagonismo en los últimos años al hilo de distintos litigios judiciales. Por ejemplo, Antonio Béjar, exdirectivo de BBVA investigado en el caso Villarejo, retiró a inicios de año la demanda por despido improcedente interpuesta contra el banco tras pactar una indemnización de 1,7 millones bajo el formato de cláusula de no competencia.

Aunque no existe información pública individualizada, también se descuenta que Eduardo Arbizu, destituido como responsable de control interno de BBVA en pleno estallido judicial del caso, ha sido indemnizado por la entidad en los últimos meses.

Santander, además del litigio abierto por la contratación fallida de Andrea Orcel, pleitea por las remuneraciones de la antigua cúpula de Popular, entre ellos, el expresidente Ángel Ron. El pasado año, los juzgados dieron la razón a Santander y obligaron a Ron a devolver su prejubilación de 12,8 millones al considerar que no tenía derecho a cobrar esa indemnización que preveían los estatutos debido a las millonarias pérdidas registradas por Popular en 2016 (cerca de 3.500 millones de euros).

Fuente: Expansión Pro-Orbyt

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